¿Cansados de no descansar? ¿Ya habéis contado todas las
ovejas del mundo y aún así no conciliáis el sueño?
Dormir mal es una de las
principales causas de que a lo largo del día nos sintamos decaídos y
extremadamente cansados. Es fundamental poder dormir bien para rendir
plenamente al día siguiente.
Nuestros nuevos hábitos de vida, como son la
participación en redes sociales, o las interminables jornadas laborales, hacen
que no mantengamos una correcta higiene del sueño. Por ello, hoy en Sana Sanita
os quiero dar unos pequeños consejos para conseguir “soñar con los angelitos”:- Puntualidad inglesa
Resulta
indispensable realizar unos buenos horarios, lo más regulares posibles; para
ello debemos acostarnos y despertarnos siempre a la misma hora.
- Cena ligera
No debemos cenar alimentos que provoquen
una digestión pesada. Además los expertos recomiendan cenar al menos 90 minutos
antes de irse a la cama. Pero ¡ojo! Tampoco debemos irnos con hambre a la cama.
Recordad evitar bebidas excitantes como son el café, los refrescos de cola, o
el té.
- Fin de WhatsApp
Se recomienda que en las dos horas previas
al sueño, debemos no utilizar ni móviles ni ordenadores. Así que ya sabéis,
tenemos que despedirnos pronto de nuestros amigos. Además el dormitorio está
para eso, para dormir, por tanto expulsar al Ipad de vuestra habitación.
- A oscuras
La habitación debe estar con la menor
iluminación posible. Sabemos que cuanto mayor sea la oscuridad más cantidad de
melatonina se va a segregar. La melatonina es una hormona que nos ayuda a
conciliar el sueño, ya que nos induce a un estado de relajación y somnolencia.
- Mi querido colchón
El buen estado del colchón también va a ser
determinante para que podamos descansar adecuadamente y no despertarnos con un
tremendo dolor de espalda. Debemos ventilarlo cada día. Es mejor esperar de 5 a
10 minutos (y con la ventana abierta si es posible) antes de hacer la cama. Dar
la vuelta al colchón al menos cuatro veces al año, de izquierda a derecha y de la cabeza a los pies.
- El mito de las 8 horas
Dormir mucho puede ser contraproducente. Un
estudio reciente revela que dormir 8 horas no es lo aconsejable para todas las
personas , ya que va a depender de la actividad que realicemos cada uno.
Además, se concluye que dormir un promedio de 4,5 horas aparece asociado a
menor tasa de mortalidad que la mitad de la muestra del estudio que durmió ocho
horas o más. Según este estudio, el ideal para tener una menor tasa de
mortalidad se sitúa entre las 6,5 horas y las 7,4 horas.
Espero que estos consejitos os hayan sido de gran utilidad.
Y ahora, a ponerse el pijamita, lavarse los
dientes y ¡a dormir!
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